AP. El congresista George Santos, que se enfrentó a la indignación y las burlas por una letanía de mentiras sobre su herencia, educación y pedigrí profesional, ha sido acusado de delitos penales federales, dijeron a The Associated Press dos personas familiarizadas con el asunto.
Los cargos contra Santos, presentados en el Distrito Este de Nueva York, permanecen bajo secreto.
Las personas no pudieron comentar detalles específicos del caso y hablaron con The AP bajo condición de anonimato.
Contactado el martes, Santos dijo: «Esto es nuevo para mí».
«Son los primeros que me llaman por esto», dijo en una breve entrevista telefónica.
La CNN informó por primera vez de las acusaciones.
El republicano neoyorquino ha admitido haber mentido sobre su ascendencia judía, sus antecedentes en Wall Street, sus títulos universitarios y su historial como jugador estrella de voleibol. También han surgido serias dudas sobre sus finanzas, como el origen de lo que él aseguraba que era una fortuna rápidamente amasada a pesar de sus recientes problemas financieros, como desahucios y deudas de miles de dólares en alquileres atrasados.
Santos se ha resistido a las peticiones de dimisión y recientemente anunció que se presentaba a la reelección. Afirmó que sus mentiras sobre la historia de su vida, que incluían decir a la gente que había trabajado en varias empresas financieras internacionales y que tenía una suntuosa cartera inmobiliaria, eran embellecimientos inofensivos de su currículum.
Sin embargo, la presión para que renuncie ha sido intensa. Los periodistas y el público le acosaron. Se burlaron de él en las redes sociales y en la televisión nocturna. Sus compañeros republicanos de Nueva York le exigieron que dimitiera, diciendo que había traicionado a los votantes y a su propio partido con sus mentiras.
La fiscalía del condado de Nassau y la oficina del fiscal general de Nueva York habían declarado previamente que estaban investigando posibles infracciones de la ley.
Además de los interrogantes sobre su vida, los gastos de campaña de Santos suscitaron escrutinio debido a pagos inusuales por viajes, alojamiento y otros conceptos.
La organización no partidista Campaign Legal Center presentó una queja ante la Comisión Electoral Federal e instó a los organismos reguladores a investigar a Santos. La «montaña de mentiras» que Santos propagó durante la campaña sobre la historia de su vida y sus cualificaciones, dijo el centro, debería llevar a la comisión a «investigar a fondo lo que parecen ser mentiras igualmente descaradas sobre cómo su campaña recaudó y gastó dinero».
En sus declaraciones ante la FEC, Santos dijo inicialmente que había prestado a su campaña y a los comités de acción política relacionados con ella más de 750.000 dólares, dinero que, según afirmó, procedía de una empresa familiar.
Sin embargo, la riqueza necesaria para hacer esos préstamos parece haber surgido de la nada. En una declaración financiera presentada ante el secretario de la Cámara de Representantes de EE.UU. en 2020, Santos declaró que no tenía activos y que sus ingresos anuales eran de 55.000 dólares
Su empresa, la Organización Devolder, no se constituyó hasta la primavera de 2021. Sin embargo, el pasado septiembre, Santos presentó otro formulario de divulgación financiera en el que informaba de que esta nueva empresa, constituida en Florida, le había pagado un salario de 750.000 dólares en cada uno de los dos últimos años, además de otros entre 1 y 5 millones de dólares en dividendos.
En una entrevista, Santos describió a la Organización Devolder como un negocio que ayudaba a los ricos a comprar cosas como yates y aviones.
Los registros judiciales indican que Santos fue objeto de tres procesos de desalojo en Queens entre 2014 y 2017 por impago del alquiler.
